27 de agosto de 2013

FRAGILIDADES EN LA IMPLEMENTACIÓN CMCT


En América Latina hay cierta tendencia a creer que la norma es la política pública y eso confunde el proceso de implementación del Convenio Marco para el Control del tabaco CMCT. Inclusive, reportes como los de la Secretaría del Convenio especifican el impacto del control del tabaco como un agregado de legislaciones: tantos países con Ambientes libres de humo y otros tantos con prohibición de publicidad, para sumar una población beneficiaria de estas medidas. Esto sería así de atenernos a la definición de Ley (normas que rigen la vida social, política y económica de un país), pero la realidad nos dice otra cosa: Las normas plantean el deber ser del control del tabaco,  pero no garantizan su implementación. En términos de política pública, digamos que no transforman la realidad social y económica que proponen, muchas veces por carecer de institucionalidad de apoyo, reglamentación, prestaciones o servicios como complemento de la acción del Estado.


Los procesos de control del tabaco:

Una mirada rápida a la complejidad de los procesos de control del tabaco en América Latina informa de su fluctuación: a los logros innegables de buenos marcos legislativos se oponen las dificultades en su ejecución o lo que es lo mismo, las normas no se cumplen, mantienen la ilusión de cambio pero sin concretar el impacto de la medida de control a la oferta y demanda de los productos. Los ejemplos abundan: en Brasil, la prohibición de publicidad en punto venta sigue siendo una expectativa, lo mismo que la prohibición de algunos aditivos; en Chile, por obra y gracia de un Manual de Fiscalización, el gobierno autoriza espacios para fumadores cuando la ley dice lo contrario (ver imagen de promoción, incluyendo los lugares "donde se puede fumar" no autorizados por la ley); en Colombia es creciente y preocupante el incumplimiento de la prohibición total de publicidad y los espacios libres de humo; en Costa Rica la indecisión del gobierno otorga tiempo adicional para la entrada en vigor de la prohibición de publicidad y de las advertencias sanitarias, estando en veremos su cumplimiento; Honduras, con una legislación modelo, no viabiliza su cumplimiento; y así podemos caminar la geografía de la región, esto sin contar las problemas de Argentina para acceder a la ratificación del CMCT o poner en marcha la legislación de prohibición parcial de publicidad, o la de México para avanzar en la implementación del Convenio.

En este panorama, hay que resaltar la POLITICA PÚBLICA de Panamá, que a una de las mejores legislaciones del mundo en control del tabaco agrega una férrea voluntad política para exigir a la industria tabacalera y a la ciudadanía el cumplimiento, bajo el imperativo que el Estado cumple con sus obligaciones de concretar en la política la efectividad del derecho a la salud, como tiene que ser.

¿Una nueva ruta?

Los cambios en la conducción y liderazgo de la Secretaría del Convenio ya en curso (se aproxima la elección de un nuevo Secretario o Secretaria), deben señalar también una nueva ruta para la acción política y técnica del control del tabaco, concretando un mayor compromiso por parte de los Estados, responsabilidad que hoy parece diluirse al mantener vigentes -los gobiernos- sus relaciones con la Industria tabacalera, en una ejercicio de prestidigitación entre la salud y el comercio, cuando el imperativo del Convenio se construye desde la salud y así lo confirman decisiones judiciales en muchos países.



RECOMENDACIÓN: Que los gobiernos NO se limiten a informar en sus reportes a la OMS y al Secretariado los contenidos de la legislación; que incluyan tambien la realidad objetiva de la implementación, que muchas veces parece no coincidir con los mandatos de la Ley.